Qué detalle. . .
Qué detalle, Señor, has tenido conmigo
cuando me llamaste, cuando me elegiste,
cuando me dijiste que tú eras mi amigo.
qué detalle, Señor, has tenido conmigo.
cuando me llamaste, cuando me elegiste,
cuando me dijiste que tú eras mi amigo.
qué detalle, Señor, has tenido conmigo.
Te acercaste a mi puerta y pronunciaste mi nombre.
Yo temblando te dije: aquí estoy, Señor.
Tú me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido,
de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión.
Yo temblando te dije: aquí estoy, Señor.
Tú me hablaste de un Reino, de un tesoro escondido,
de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión.
Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura,
codo a codo contigo comencé a caminar.
Han pasado los años y aunque aprieta el cansancio
paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás.
codo a codo contigo comencé a caminar.
Han pasado los años y aunque aprieta el cansancio
paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás.
Qué alegría yo siento cuando digo tu Nombre,
qué sosiego me inunda cuando oigo tu voz,
qué emoción me estremece cuando escucho en silencio
tu palabra que aviva mi silencio interior.
qué sosiego me inunda cuando oigo tu voz,
qué emoción me estremece cuando escucho en silencio
tu palabra que aviva mi silencio interior.
Letra: José Antonio Olivar
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