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lunes, 29 de abril de 2013


           2013




Espiritualidad.


Respuestas 
en la vida 
que viene .


Por :

Juan 
Carlo 
Amatucci.


Nota Nº1.


Creo que sólo encontraremos respuestas en la vida que viene tras la muerte. 


Juan Antonio Ruiz / ReL.

En el juicio final, la clave será el amor.

Cuando tienes dieciséis años, todo es sueño: la carrera, un futuro noviazgo, metas que conquistar, el futuro. Pero para Donal Walsh el sueño se transformó en pesadilla cuando le diagnosticaron un cáncer terminal que, de golpe y porrazo, desplomó toda aspiración de porvenir: «no tenía palabras para esta sentencia de muerte», dijo él. Y, no obstante, algo sucedió que transformó este drama en una historia de esperanza; algo que comenzó con una carta publicada por accidente en un periódico de Irlanda, su país natal.
     Nacido en Blennerville, Tralee (Irlanda), su batalla contra el cáncer comenzó hace cuatro años, con un tumor en la pierna, con tan sólo doce primaveras a sus espaldas. Pasó por quirófano y por quimioterapia, lleno de enojo y preguntas; mucho qué pensar y mucho tiempo a disposición.
            Cuando todo parecía solucionado, volvieron las noticias de mal agüero: otro tumor, pero ahora en un pulmón. 
Resignado, regresó al camino que había jurado nunca volver a recorrer. 
Pero era eso o morir. 
Optó por luchar de nuevo.
        Pero lo extraordinario de Donal no es sólo su fuerza de voluntad, sino el uso que ha hecho de su enfermedad. Viendo, por ejemplo, las condiciones del Our Lady’s Hospital en donde estaba internado, recaudó más de 50,000 euros para el hospital, organizando carreras de montaña, torneos de rugby, cenas y subastas. Se lanzó a la TV para que los políticos y la ONU destinasen más fondos a la lucha contra el cáncer. 
La enfermedad, en vez de debilitarle, parece que despertó a un león durmiente:
       Donal, 12 años, con dos jugadores de rugby de Kerry
«Llorar no me llevará a ningún lugar –dice resuelto–. 
      Lloré el primer día y me prometí que sería suficiente con eso. La vida me ha dado en bandeja de plata demasiadas excusas para que me traten bien el resto de mi vida, pero decidí que no voy a usarlas».
       El sostén de la fe
¿Y qué es lo que sostiene a este joven? 
La respuesta es rápida: su fe. 
      Porque aunque ha buscado y ha preguntado a toda la gente, no ha podido encontrar soluciones que le den tranquilidad aquí: 
«No estoy enojado o con un sentimiento de injusticia sobre todo esto que me está pasando. Creo que sólo encontraremos respuestas en la vida que viene tras la muerte. 
No temo la enfermedad o la muerte. 
Lo que me preocupa es pensar qué le pasará a mi familia después».
       Tal vez este pensamiento fue lo que propició que alguien publicara una carta del adolescente en un periódico local en la que contaba su lucha contra el cáncer y, de paso, algo que movió los cimientos de la conciencia de muchos: su lucha por erradicar de Irlanda la «epidémica plaga del suicidio» antes de morir.
       Con algunos familiares
Porque aunque su mundo se está derrumbando, Donal piensa en los demás. Y reconoce que no puede sino sentir enojo con los jóvenes que deciden quitarse la vida, «dejando un desastre a sus espaldas» para la familia. 
Sí, es consciente de situaciones financieras difíciles o de desesperación, 
pero ¿y lo que él está pasando es fácil?
     «Aquí estoy: luchando por mi vida por tercera vez en cuatro años y, en esta ocasión, sin esperanza de curación. No tengo opción e intento preparar a mi familia y amigos lo mejor posible para lo que vendrá, tratando de dejar el menor desastre posible».
        Por eso comenta, al pensar en los que se suicidan, «nunca habrá razones tan malas como para tomar la decisión del suicidio: si meditan en ello y buscan ayuda se puede encontrar una solución».
        Eso mismo dijo en una entrevista en el The Saturday Night Show, que tuvo mucho impacto. 
        Y cuando el entrevistador mencionó que tal vez Dios lo esté usando para lograr una buena causa, Donal respondió: «si puedo ser un símbolo para que los jóvenes aprecien más la vida, entonces feliz me lanzo adelante y lo hago con gusto».
        Y ya está siendo todo un ejemplo, como lo demuestra el premio que la Kerry’s Eye Radio le concedió como héroe local. La nominación a dicho galardón la hizo su profesor de instituto, Ruairi O’Rahilly, que en una entrevista desmiente el dicho popular irlandés que dice «nunca conozcas tus héroes». Así lo explica el profesor: «me siento honrado de decir que conozco a Donal y sé que hablo a nombre de todos en el colegio. 
        Él es desinteresado y encarna todos los atributos que tratamos de inculcar en nuestros chicos».
      Donal posando, hoy, para el diario Kerry´s Eye
Héroe o no, Donal sabe que su final llegará más pronto de lo normal. Y por eso sigue luchando, tenazmente, por esa meta que se propuso: arrancar el suicidio de la faz de la tierra.
     «Te lo dice un chico de dieciséis años que no tiene voz en su sentencia de muerte, que no tiene ninguna opción ante el dolor que causará y que arriesgaría cualquier oportunidad para pasar aunque sea unos meses en esta tierra: por favor, aprecia lo que tienes, date cuenta de que siempre habrán opciones y de que la ayuda está siempre a tu lado».
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Nota Nº 2 .
En el juicio final, la clave será el amor.



Ciudad del Vaticano, 24 abril 2013 (VIS).-El Papa Francisco ha dedicado la catequesis de la audiencia general de los miércoles a tres textos del Evangelio que ayudan a entrar en el misterio de una de las verdades que se profesan en el Credo: que Jesús "de nuevo vendrá con gloria para juzgar a los vivos y a los muertos”. Los tres textos son; la parábola de las diez vírgenes, la de los talentos y el juicio final. Todos forman parte del discurso de Jesús sobre el final de los tiempos en el Evangelio de San Mateo.
Ante más de 75.000 personas que abarrotaban la Plaza de San Pedro, el Santo Padre ha hablado del “tiempo inmediato”, entre la primera venida de Jesús y la última: es el tiempo en que vivimos y en él se coloca la parábola de las diez vírgenes que esperan al Esposo, pero como tarda en llegar se duermen. Cinco de ellas, sabias, tienen aceite para encender sus lámparas cuando el Esposo llega de improviso; las otras, las necias, no lo tienen y mientras lo buscan, ya ha comenzado la fiesta nupcial y la puerta para entrar al banquete está cerrada para ellas. “El Esposo es el Señor, y el tiempo de espera de su llegada es el que nos otorga, con misericordia y paciencia, antes de su venida final: un tiempo de vigilancia, en que debemos mantener encendidas las luces de la fe, de la esperanza y la caridad; en que mantener nuestros corazones abiertos a la bondad, la belleza y la verdad; tiempo de vivir de acuerdo a Dios porque no sabemos ni el día ni la hora del regreso de Cristo. Lo que se pide de nosotros es estar preparados para el encuentro, lo que significa ser capaces de ver los signos de su presencia, de mantener viva la fe, con la oración, los sacramentos, de estar atentos para no dormirnos ni olvidarnos de Dios. La vida de los cristianos que se duermen es una vida triste, no es una vida feliz. El cristiano tiene que ser feliz, sentir la alegría de Jesús”.
La segunda parábola de los talentos “nos hace reflexionar sobre la relación entre cómo usamos los dones recibidos de Dios y su regreso, cuando nos preguntará cómo los hemos utilizado... Esto nos dice que la espera de la venida del Señor es el momento de la acción, de aprovechar los dones de Dios, no para nosotros mismos, sino para El, para la Iglesia, para otros; el tiempo en que buscar siempre que crezca el bien en el mundo. Y sobre todo ahora, en este tiempo de crisis, es importante no encerrarse en sí mismos, enterrando el propio talento, las propias riquezas espirituales, intelectuales, materiales... hay que abrirse, ser solidarios, preocuparse por los demás. En la Plaza, hoy hay muchos jóvenes A vosotros que estáis en el comienzo del viaje de la vida, os pregunto: ¿Habéis pensado en los talentos que Dios os ha dado? ¿Habéis pensado en cómo ponerlos al servicio de los demás? No enterréis los talentos ¡Apostad por los grandes ideales... que agrandan el corazón, los ideales de servicio que hará fructíferos vuestros talentos!. No se nos da la vida para que la conservamos celosamente para nosotros mismos: se nos da para entregarla. Queridos jóvenes, ¡Tened un ánimo grande. No tengáis miedo de soñar cosas grandes!”.
El Santo Padre ha abordado después el relato del juicio final que narra la segunda venida del Señor, cuando juzgará a todos los seres humanos vivos y muertos. A su derecha estarán los que han actuado de acuerdo a la voluntad de Dios, ayudando al hambriento, al sediento, al extranjero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado; siguiendo así al Señor mismo. “He dicho extranjero ¿cuántos extranjeros hay en la diócesis de Roma? Y ¿que hacemos por ellos?”, se ha preguntado el Papa.
En la narración, a la izquierda del Señor están los que no han socorrido al prójimo. “Esto nos dice que seremos juzgados por Dios en la caridad, según cómo lo hemos amado en los hermanos, especialmente en los más débiles y necesitados. Por supuesto, siempre hay que tener en cuenta que estamos justificados, estamos salvados por la gracia, por un acto gratuito de amor de Dios, que siempre nos precede; nosotros solos no podemos hacer nada. La fe es ante todo un don que hemos recibido. Pero para dar fruto, la gracia de Dios siempre requiere nuestra apertura a Él, nuestra respuesta libre y concreta. Cristo viene a darnos la misericordia de Dios que salva. A nosotros se nos pide que confiemos en él, para responder al don de su amor con una vida buena, hecha de acciones animadas por la fe y el amor.
“No temamos nunca el juicio final - ha concluido el Pontífice- al contrario, nos debe empujar a vivir mejor el presente. Dios nos ofrece con misericordia y paciencia este tiempo para que aprendamos cada día a reconocerlo en los pobres y los pequeños, para que nos comprometamos con el bien y estemos vigilantes en la oración y el amor. Y que el Señor, al final de nuestra existencia y de la historia, nos reconozca como siervos buenos y fieles”.

sábado, 27 de abril de 2013




           2013



Espiritualidad


La Cruz
del Papa
Francisco



Por :
Juan Carlo Amatucci




Luego de ser nombrado nuevo Papa de la Iglesia, el hasta entonces cardenal Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires, se asomaba al balcón de la Plaza San Pedro del Vaticano ante una expectativa mundial como sucesor del Apóstol Pedro y representante como hombre del fundador de esta religión el Señor Jesucristo.

Al observar algunos planos algo más cercanos de aquellas primeras imágenes del 13 de Marzo de 2013, nos surgió la inquietud sobre el tipo de Cruz o crucifijo que llevaba puesto, sobre todo en relación a su vestimenta completamente blanca, renunciando a objetos rojos como los zapatos o la muceta sobre sus hombros, símbolos estos más cercanos a un rey o emperador, el rojo como color de poder o la sangre en la iglesia con el aspecto del sacrificio primitivo. También se comentaba de su reticencia al anillo de oro, otro distintivo de riqueza material. Y su cruz de siempre fue parte de sus símbolos no cambiados por el hecho de ser nuevo pontífice, se quedó con él.

    Las primeras imágenes fueron estas:



y la intriga fue que no se veía un Cristo crucificado. Viendo otras fotos de días posteriores tampoco llegaba a distinguirse un relieve definido pero se acentuaba la ausencia de hombre clavado en la cruz.
Hasta que empezó a aparecer esta otra tomada por el fotógrafo presidencial en su primer encuentro como Papa electo y la presidente argentina:





















Entonces empezó a confirmarse este aura diferente que transmitía aquel símbolo: un Cristo con sus brazos en cruz con una paloma, reflejo del Espíritu Santo sobre su cúspide. 

Al buscar más imágenes apareció lo que necesitaba observar en detalle:



Al acercar con zoom esta imagen observarán el eje horizontal:














se trata de ovejas que son el rebaño de Cristo, Él redentor carga una de ellas con sus brazos cruzados y en ésta oveja se funde el resto de ellas en perspectiva triangular o de montaña hacia la visión superior del Ave del Espíritu Santo con irradiaciones Dévicas entre el rebaño y la Paloma simbólica,
En el Centro de la Cruz está la Cabeza de Cristo, simboliza la Mente de Dios y también sus manos juntas, trabajando junto a su Corazón, el corazón de Dios, tomando en sus manos a la Humanidad, el Rebaño del Pastor, los hijos de los hombres que son los Hijos de Dios.

A diferencia de un Cristo crucificado, con sus manos paralizadas y clavadas, a esta Cruz habría que quitarle el mote de “crucifijo” como elemento de tortura que sí se aplica al primer caso mencionado, más esta habla de un Cristo Vivo y Resucitado, trabajando y Sirviendo, Amando y Redimiendo.


La Paloma parecería, a 
nuestro modo de ver, 
una forma de cáliz, con 
su copa en las plumas 
superiores de su cola, 
ya que esta está cabeza 
abajo aparentemente con 
forma animal superpuesto 
sobre un cuarto de luna 
que son las alas con sus puntas hacia arriba a cada lado, lo cual simbolizaría la redención sobre la materia, dejarla inmaculada:


Un Dios “resucitado” que 
juzga a los vivos y a los 
muertos como reza el credo en la iglesia con respecto a Jesús, “el ser
 permanentemente bueno”, como hace 
referencia Bergoglio a la 
divinidad :  
Dios es bueno.
Relacionable a un escudo
de la orden de Frailes 
Menores Capuchinos 
fundada por San Francisco de Asís en la Reforma  Capuchina donde un brazo de Cristo se cruza con un brazo humano. 
Esta orden del Siglo XVI, en Italia, se orientó hacia la pobreza, la humildad y la práctica del amor y el cuidado de todas las criaturas; escudo de azur con una nube sostenida de un círculo de oro cargado con una cruz latina y al pie dos brazos con las llagas de Cristo en las palmas de las manos. Tampoco tiene al Cristo crucificado.

En la Homilía de Jueves Santo 28-03-2013 en la Misa Crismal para 1.600 religiosos Obispos y Sacerdotes, celebración en la que los religiosos van a renovar las promesas que hicieron en el momento de su ordenación en San Pedro, el Papa Francisco tuvo las siguientes expresiones:

* Cuestionó, genéricamente, a los sacerdotes que son pastores pero que no “tienen olor a oveja” o que no “están en medio de su rebaño”. 

* Invitó a cardenales, obispos y sacerdotes a “Salir a las periferias” y dejar de ser “gestores pagos”.

*“Ese que no sale de sí y que en vez de mediador se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en un gestor, que ya tiene su paga; en una especie de coleccionista de antigüedades o bien de novedades“.

También expresó en el ritual del “Lavado de pies” en una prisión, que resultó inédito para la Santa Sede:
 
* “Debemos ayudarnos unos con otros. 
Esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago. 
Es mi deber, me sale del corazón y amo hacerlo“
 
* “Quien está en lo más alto debe servir a los otros”
 
* “Esto es un símbolo y un gesto: lavar los pies quiere decir que estoy a tu servicio”
 
* “Piensen que con esta ceremonia de lavarse los pies se demuestra que se está dispuesto a ayudar a los demás. Piensen que es como una caricia de Jesús, porque vino para eso, para ayudarnos”

















Recemos constantemente para  que el Buen Dios le dé fuerzas.

jueves, 25 de abril de 2013



          2013


Espiritualidad.

El padre 
y yo, 
nosotros 
somos
UNO.

Enviado por

Dr. J.C.Amatucci



Símbolo “Quicumque”, atribuido a san Atanasio (entre 430 y 500).



He aquí la fe católica: veneramos a un Dios en la Trinidad y a la Trinidad en la unidad, sin confundir a las personas, sin dividir la sustancia: una es, en efecto, la persona del Padre, otra la del Hijo y otra la del Espíritu Santo; pero el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen una misma divinidad, una gloria igual, una misma majestuosidad eterna. 
Así como es el Padre, es el Hijo y el Espíritu Santo: increado es el Padre, increado el Hijo e increado el Espíritu Santo... De este modo el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios; y sin embargo ellos no son tres dioses, sino un mismo Dios...

Esta es la fe sin desviaciones: nosotros creemos y confesamos que nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, es Dios y hombre: Él es Dios, de la sustancia del Padre, engendrado antes de los siglos; y Él es hombre, de la sustancia de su madre, nacido en el tiempo: Dios perfecto, hombre perfecto, compuesto de un alma razonable y un cuerpo humano, igual al Padre según la divinidad, inferior al Padre según la humanidad. Aunque Él sea Dios y hombre, no existen dos Cristos sino un solo Cristo: uno, no porque la divinidad haya pasado a la carne, sino porque la humanidad fue asumida por Dios; una unión no por mezcla de sustancias, sino por la unidad de la persona. Porque, al igual que el alma razonable y el cuerpo forman un hombre, Dios y el hombre forman un Cristo. Él sufrió por nuestra salvación, descendió a los infiernos, resucitó al tercer día de entre los muertos, subió a los cielos, y está sentado a la derecha del Padre; desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos.

Símbolo Quicumque
Fuente:                                                                               
 Wikipedia.
El Símbolo Quicumque es una profesión de fe que también se ha denominado Símbolo Atanasiano por haber sido atribuido durante toda la Edad Media al obispo de Alejandría san Atanasio. A pesar de no haber sido redactado por ningún concilio ecuménico, «de hecho, este símbolo alcanzó tanta autoridad en la Iglesia, tanto occidental como oriental, que entró en el uso litúrgico y ha de tenerse por verdadera definición de fe» .
Recibe el nombre de Quicumque por la palabra con la que comienza.

domingo, 7 de abril de 2013


          2013




Espiritualidad .

El Papa
volvió a 
sorprender
con una 
designación clave en la curia.


El líder franciscano, en lugar de un arzobispo conservador
Por Elisabetta Piqué  | LA NACION.



Colaboración:  www.hora25prensa.com/especiales.htm

ROMA.- 
En otra señal de cambio y apertura,Francisco sorprendió ayer al designar al actual superior de la orden franciscana, el español José Rodríguez Carballo, como número dos del organismo que supervisa a los 900.000 religiosos del mundo, la llamada Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y la Sociedad de Vida Apostólica.

El de Carballo es el primer nombramiento del Papa en la curia romana. 
La "limpieza" de la administración central de la Iglesia, dominada por intrigas y divisiones, era uno de los grandes desafíos que aguardaban a Francisco luego de su elección.Carballo, de 59 años, es ministro general de la Orden Franciscana de los Frailes Menores (OFM), que tiene 15.000 frailes en 113 países del mundo; su cargo es considerado como el del sucesor del fundador, San Francisco de Asís. Aperturista y dialoguista, Carballo fue uno de los principales concelebrantes, junto al superior de los jesuitas, Adolfo Nicolás, en la misa de inauguración del pontificado de Francisco.

De ahora en más será el número dos del cardenal brasileño João Braz de Aviz, que en las reuniones previas al cónclave criticó con fuerza las intrigas que desde hace unos años se apoderaron de la curia.
Este franciscano español reemplazará al arzobispo norteamericano Joseph Tobin, que también era superior de una orden religiosa: los redencionistas. Pero, a diferencia de Carballo, había dejado su cargo un año antes de ser nombrado por Benedicto XVI en el nuevo puesto.
Se espera que Carballo tenga un rol clave para que baje la tensión y se cierren las heridas que se abrieron el año pasado entre el Vaticano y un grupo de monjas norteamericanas, la Conferencia de Liderazgo Religioso Femenino (mejor conocida por sus siglas en inglés, LRWC), que agrupa a 59.000 religiosas.

En abril de 2012, la Congregación para la Doctrina de la Fe sancionó a este grupo de religiosas por ser demasiado liberal, es decir, que salía de la observancia de la correcta doctrina católica.

Las monjas "disidentes" fueron acusadas de tener posiciones sobre el sacerdocio y la homosexualidad incorrectas y de promover "cuestiones radicales feministas incompatibles con la fe católica".           En este marco, Benedicto XVI había designado al arzobispo estadounidense Peter Sartain, de Seattle, para supervisar una reforma del grupo en el plazo de cinco años.
VISIÓN PASTORAL

En los últimos meses, en el Vaticano y en Estados Unidos las versiones indicaban que Benedicto XVI estaba a punto de nombrar a un prelado conservador norteamericano para seguir con la línea de mano dura en contra de las monjas "disidentes". 
Pero nada de eso ocurrió.Y ahora los expertos interpretan que la decisión de Francisco de designar al superior de los franciscanos como segundo de la congregación que supervisa a los religiosos de todo el mundo marca un cambio en sintonía con una visión más pastoral y abierta al diálogo, como para superar las tensiones.

El padre Carballo comunicó a los franciscanos la decisión del Papa en una carta, en la que explicó que tenía en este momento un "sentimiento doble". "Siento alegría porque el Señor tiene confianza en mí y porque el papa Francisco me dio esta gran responsabilidad; tristeza porque, queridos hermanos, los echaré de menos", escribió.

Se esperaba que después de las celebraciones de la Semana Santa el Papa comenzara a dar sus primeros pasos para reordenar la curia, sobre todo después de las pujas de poder e intrigas salidas a la luz con el VatiLeaks, el año pasado.

Francisco, de hecho, sigue reuniéndose a diario con funcionarios del gobierno central de la Iglesia para tomar conocimiento de la situación.

Ayer recibió en audiencia al cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos -y papable en el último cónclave- y al prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el español Antonio Cañizares Llovera, llamado el "pequeño Ratzinger" por sus posiciones aún más ortodoxas que las del papa emérito.
LA "FE NO SE NEGOCIA"

Ayer por la mañana, en su tradicional misa matutina en la capilla de la Residencia de Santa Marta, ante una familia argentina y algunas religiosas, en una homilía breve Francisco sentenció que "la fe no se negocia".

"¿Cómo anda nuestra fe? ¿Es fuerte o a veces es un poco al agua de rosas? ¿Somos valientes como Pedro, o un poco tibios?", preguntó con su estilo directo y coloquial.

Acto seguido, recordó: "Pedro no calló la fe, no bajó a compromisos, porque la fe no se negocia".

Hoy, segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia, el Papa se asomará desde la ventana del despacho del departamento del tercer piso del Palacio Apostólico -al que decidió que no quiere mudarse, porque prefiere estar en contacto con la gente y no vivir aislado-, para recitar al mediodía la oración mariana del Regina Coeli (que después de Pascua reemplaza al Angelus).

Por la tarde, como obispo de Roma tomará posesión de la cátedra de la ciudad, celebrando una misa solemne en la Basílica de San Juan de Letrán.
LOS TEMAS QUE ESPERAN LA ACCIÓN DEL PAPA

Benedicto XVI dejó varios desafíos a su sucesor
La curia
El escándalo de VatiLeaks, que estalló el año pasado, no sólo debilitó el papado de Ratzinger, sino que también sacó a la luz las feroces internas que sacuden a la curia romana, el cuerpo de gobierno del Vaticano. 
Reveló también un cuerpo religioso no ajeno a la corrupción y el desmanejo administrativo
Los abusos
Si bien Benedicto XVI buscó poner fin a los miles de casos de pedofilia y enmendar el daño a la imagen de la Iglesia que ellos produjeron, los abusos (el Vaticano recibe 600 denuncias al año) siguen siendo el tema que más rechazos despierta entre los católicos de todo el mundo
Los fieles
Las divisiones y los abusos sexuales y el fortalecimiento de otras iglesias y denominaciones mermaron las filas de fieles católicos en todo el mundo. 
Para preocupación del Vaticano, el número de religiosos también se redujo.

sábado, 6 de abril de 2013


         2013




Espiritualidad .

¡Francisco: 

Primera impresión!
Por :                              José Chavarría Milanes. 
Colaboración: Dr. Juan Carlo Amatucci.
Casi nunca tenemos una segunda oportunidad para cambiar una primera mala impresión. 
¿Cuántas veces escuchamos esta afirmación tan cierta? Lo interesante es cuando sucede lo contrario y esa impresión inicial es positiva. 

El Papa Francisco tuvo ocho gestos ejemplarizantes de liderazgo en su presentación ante la humanidad; 

¿podremos imitarlos?
                 Sus primeras palabras hicieron reír a quienes le escucharon tanto en la Plaza de San Pedro como en algún rincón del planeta. Una nota de humor le acercó de inmediato a sus semejantes, recordando que las distancias entre los seres humanos se acortan al hacerles sentir bien. 
                  Sin importar banderas, idiomas ni credos, unió a todos con el lenguaje de la sonrisa, la distancia más corta entre las personas.
                 Se presentó con la vestimenta más sencilla posible ; no usó símbolos tradicionales. Se sabe que utilizaba el transporte público en Buenos Aires para estar junto al pueblo, residía en una modesta habitación fuera de la residencia arzobispal y cocinaba sus alimentos. 
                Ejemplo de modestia, virtud siempre apreciada en líderes trascendentes, cercanos a su gente.                Solicitó agradecer a su antecesor y orar por él, no para aprovecharse del prestigio heredado sino para reconocer con justicia y proporcionalidad el legado de Benedicto XVI. 
Rompe la tradición de usar un número romano en su nombre y será solamente "Francisco", con lo cual acorta esas distancias que establecen quienes exigen ser tratados por su título de "señor o jefe." 
¿Acaso nuestros hijos nos dicen "don papá o doña mamá"? 
                Se inclinó hacia el público como ningún Papa lo había hecho en su presentación y le pidió el favor a la multitud de orar por él. 
             Un gesto de humildad para solicitar ayuda e insinuar que no viene con respuestas, pero que cuenta con sus dirigidos para encontrarlas. 
            Al instar a todos a permanecer unos segundos en silencio, nos recordó la necesidad de hacer pausas, y de conectarnos con nuestra espiritualidad para continuar la marcha. 

Cuando ya había cumplido con lo que todos esperaban según el protocolo formal vaticano, decide romperlo, busca un micrófono, lo enciende él mismo y agradece la acogida recibida de la multitud presente. Les desea buenas noches y un buen descanso y se retira sonriendo. ¿Quién no valora la espontaneidad de sus líderes, el trato horizontal, simple y generoso?

"Francisco" es un nombre que significa "hombre libre". Como San Francisco de Asís, llega el nuevo Papa a ejemplarizar que el liderazgo inspirador consiste en despojarse de ataduras de egos y ansias de poder, para servir y no para ser servidos. 

¿Verdad que usted desearía decirle al nuevo Papa: "¡Amigo "che" Francisco, gracias por ser genuino y por tus ocho lecciones en tan solo trece minutos!" 
Y todo en la primera impresión... 

jueves, 4 de abril de 2013



        2013




Espiritualidad 
Francisco: «Wojtyla, el Papa que no tenía miedo».
Enviado porl Dr.J.C.Amatucci.






































Wojtyla con Bergoglio.
La Radio Vaticana recuerda el discurso que pronunció el entonces arzobispo de Buenos Aires para la beatificación de Juan Pablo II.El 2 de abril de hace 8 años, después de 26 de Pontificado, falleció Karol Wojtyla. Juan Pablo II siempre tuvo relaciones con Jorge Mario Bergoglio, a quien nombró en 1992 obispo y a quien creó cardenal en 2001. La Radio Vaticana recuerda, retomando fragmentos de dos homilías del entonces arzobispo de Buenos Aires sobre Juan Pablo II, que fue un Papa que no tuvo miedo, «porque vivió su vida contemplando al Señor Resucitado».«El beato Juan Pablo nos dijo, repetidas veces ya desde el comienzo: “No tengan miedo” porque vivía contemplando a su Señor resucitado, él sabía que su Redentor vivía, él sabía que esas llagas abrevaban su corazón de pastor, que en esas llagas encontraba refugio y coraje, y nos lo quiso transmitir de entrada: “No tengan miedo”… Hace unos días, en una bellísima expresión, el arzobispo de Cracovia, Cardenal Dziwisz, refiriéndose a esta frase dijo: “aquel no tengan miedo (que pronunció el Papa) derribó dictaduras”», indicó hace dos años el entonces cardenal arzobispo de Buenos Aires, durante la homilía que pronunció con motivo de la misa de acción de gracias por la beatificación de Juan Pablo II en la Catedral Metropolitana. En esa misma ocasión, Bergoglio retomó la exhortación de Juan Pablo II dirigida a los fieles con la que les invitaba a abrir de par en par las puertas de su corazón a Cristo: «“¡No tengan miedo!”».

Seis años antes, el 4 de abril de 2005, al celebrar una misa en memoria de Su Santidad Juan Pablo II, Bergoglio también había indicado que «Juan Pablo simplemente fue coherente, nunca engañó, nunca mintió, nunca chicaneó. Juan Pablo se comunicó con su pueblo, con la coherencia de un hombre de Dios, con la coherencia de aquél que todas las mañanas pasaba largas horas en adoración, y porque adoraba se dejaba armonizar por la fuerza de Dios. La coherencia no se compra, la coherencia no se estudia en ninguna carrera. La coherencia se va labrando en el corazón con la adoración, con la unción al servicio de los demás y con la rectitud de conducta ».

Y el arzobispo terminó la homilía con estas hermosas palabras sobre su ahora predecesor: «Es un testigo. Termino repitiendo sus palabras: "Lo que necesita este siglo no son maestros son testigos". Y en la encarnación del Verbo, Cristo es el testigo fiel. Hoy vemos en Juan Pablo una imitación de este testigo fiel. Y agradecemos que haya terminado su vida así, coherentemente, que haya terminado su vida siendo simplemente eso: un testigo fiel ».