El obispo de Gualeguaychú y presidente de la
Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor
Jorge Lozano, aseguró que un gran desafío de este
tiempo es el del relativismo “Se ha ido metiendo,
casi sin darnos cuenta, la afirmación de que no hay
verdades y valores absolutos.
Se enaltece la libertad y el sujeto al punto tal de no
admitir una realidad que nos está dada”.
El prelado reflejó esta posición actual en el tango
Cambalache:
“Hoy resulta que es lo mismo/
ser derecho que traidor/
ignorante, sabio o chorro,
/generoso o estafador…/
¡Todo es igual!/
¡Nada es mejor!/
Lo mismo un burro/
que un gran profesor.
Qué falta de respeto
/qué atropello a la razón!”.
Manifestó que “se pretende justificar que cada uno
puede tener su propia opinión sobre todos los temas
que se le ocurra, y se pondera del mismo modo a
quien es perito en una cuestión, como al que
improvisa una idea.
Pareciera que todo es opinable, y la verdad se
reduce solamente al consenso”.
Monseñor Lozano citó una parte del Mensaje que el
Papa escribió con ocasión de la Jornada Mundial de
Oración por la Paz, en el que insistió que un
obstáculo para educar en la libertad “es la masiva
presencia, en nuestra sociedad y cultura, del
relativismo que, al no reconocer nada como
definitivo, deja como última medida sólo el propio
yo en una prisión, porque separa al uno del otro,
dejando a cada uno
encerrado dentro de su propio yo”.
“El individualismo y la falta de solidaridad o espíritu
comunitario –consideró - pueden llegar a aislarnos
unos de otros y llevarnos a experiencias de
profunda soledad”.
El pastor de Gualeguaychú llamó a aceptar “que no
todo está por hacerse o decidirse” y agregó que “el
relativismo pretende eliminar las certezas.
Termina reduciendo la verdad al consenso, el amor
fiel al sentimiento pasajero, la religión al intimismo.
También promueve no valorar la proyección de la
vida en el largo plazo, y del tiempo se valora el
instante, el aquí y ahora”.
Como conclusión, el titular de la comisión de
Pastoral Social manifestó que “tenemos certezas
que son inconmovibles:
amar es mejor que odiar, la verdad es mejor que la
mentira,
la solidaridad siempre es preferible al egoísmo.
Sabemos que Dios nos ama y es eterno su amor.
Que por amor creó el mundo, y a nosotros a su
imagen y semejanza”. +
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