Prestarle atención
al
Apóstol Santiago.
Miércoles 15 de febrero , sexta
semana del tiempo ordinario.
Epístola de Santiago 1,19-27.
Dejen de lado, entonces, toda impureza y todo resto de maldad, y reciban con docilidad la Palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvarlos. semana del tiempo ordinario.
Epístola de Santiago 1,19-27.
Tengan bien presente, hermanos muy
queridos, que debemos estar dispuestos a
escuchar y ser lentos para hablar y para
enojarnos.
La ira del hombre nunca realiza la justicia
de Dios.
Pongan en práctica la Palabra y no se contenten sólo con oírla, de manera que se engañen a ustedes mismos.
El que oye la Palabra y no la practica, se parece a un hombre que se mira en el espejo,
pero en seguida se va y se olvida de cómo es.
En cambio, el que considera atentamente la Ley perfecta, que nos hace libres, y se aficiona a ella, no como un oyente distraído, sino como un verdadero cumplidor de la Ley, será feliz al practicarla.
Si alguien cree que es un hombre religioso, pero no domina su lengua, se engaña a sí mismo y su religiosidad es vacía.
La religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas cuando están necesitados, y en no contaminarse con el mundo.
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