CAMPAÑAS GLOBALES A FAVOR DEL
ABORTO Y EUTANASIA.
Denuncia del diario vaticano sobre la
publicidad que banaliza la muerte.
L’Osservatore Romano publicó un artículo en el que un especialista en bioética alerta sobre las campañas publicitarias que buscan generar un cambio cultural en la manera de percibir la propia salud, provocando ansiedad y miedo en las personas
El diario vaticano L’Osservatore Romano denuncia cómo la publicidad del aborto y la eutanasia manipula y alienta en las personas la ansiedad y el miedo propios de la sociedad actual, para generar un cambio cultural que banalice la muerte a través de un proceso de recomposición mental.
En un artículo de su edición para este domingo 19 de junio escrito por el especialista en bioética y neonatólogo italiano, Dr. Carlo Bellieni, titulado "Como se vende la muerte", el experto advierte que "la comunicación interviene siempre con fuerza para influenciar en el modo en el que percibimos nuestra salud y juzgamos complejos asuntos bioéticos como el aborto y la eutanasia".
Utilizando un reciente artículo publicado en el American Journal of Public Health, el experto explica el concepto del "mercado de las enfermedades", bastante conocido en el campo de la medicina:
"Para vender fármacos se inventan de la nada patologías o se tratan como tales características humanas como por ejemplo la timidez o la menopausia".
Este objetivo sigue además una clara estrategia que se inicia con "agigantar los datos para luego crear un sentido de pánico".
"Se pasa luego a los testimonios que son de dos tipos: primero los casos casi ‘milagrosos’ del fármaco en cuestión, y luego los expertos que juran sobre la bondad del fármaco.
"Se pasa luego a los testimonios que son de dos tipos: primero los casos casi ‘milagrosos’ del fármaco en cuestión, y luego los expertos que juran sobre la bondad del fármaco.
Este fenómeno –prosigue– está en auge sobre todo en los países en donde para comprar los fármacos no siempre es necesaria la receta médica, y esto es inquietante porque genera una relación mercantilista entre el ciudadano, la enfermedad y el médico".
Este procedimiento publicitario, dice el Dr. Bellieni, se aplica actualmente para introducir nuevos criterios morales en las campañas que promueven el aborto y la eutanasia.
Por ejemplo, asegura, "el ingreso de los fármacos abortivos en el mercado llega con una propaganda incesante que los muestra como esenciales y condena a quienes son contrarios a ellos como causantes de los sufrimientos de las mujeres".Sin embargo, prosigue el experto médico italiano, varios estudios muestran que el aborto inducido por fármacos "es menos ‘aceptado’ por las mujeres y más doloroso que el método quirúrgico. A eso también se suman varios casos de muertes como el de la hija de Didier Sicard, entonces (2006) presidente del Comité de bioética francés".
Sobre la campaña publicitaria a favor de la eutanasia, el Dr. Bellieni afirma que "se buscan testimonios famosos y casos lamentables, induciendo en la población la ansiedad por la posibilidad de encontrarse mañana en coma, entubados, en vida en contra de los propios intereses". El experto precisa luego que las campañas a favor de la píldora abortiva y el suicidio asistido "en realidad buscan vender una opción cultural sobre la muerte. La primera quiere hacer ver la muerte como algo banal, como tomarse un vaso de agua (que efectivamente en el imaginario acompaña el hecho de tomar una pastilla), mientras que la segunda busca ‘manejarla’, en la ilusión de provocarla de improviso cancelando así el hecho de tener que verla".
"De esta forma ambas esconden el error de no ver a la muerte de frente y de llamarla con otro nombre, en una operación psicológicamente peligrosísima de remoción mental", advierte el médico especialista.
Para el Dr Bellieni, quienes gestan estas campañas juegan con la ansiedad y la alimentan, dado que esta es una característica fundamental de la sociedad postmoderna en donde se suceden "innumerables anuncios de improbables catástrofes apocalípticas y donde el miedo, el ansia de control para no ir al encuentro de imprevistos ha superado el deseo de proyectar el futuro".
"Tanto es cierto que esta es la primera generación que ha sido descrita como caracterizada por la pérdida de ideales, y en la cual, como cantaba Bob Dylan en Masters of Wars se produce ‘el peor de todos los miedos, el de traer hijos al mundo’".
Con la publicidad y los medios exaltando la opción por la muerte con el aborto y la eutanasia, afirma el experto, "nos quieren hacen olvidar que la depresión, la soledad y las dificultades pueden ser superadas y con frecuencia vencidas. Y nos hacen asimilar necesidades y comportamientos inducidos, bien distantes a las necesidades reales y a las respuestas que la gente necesita".
Al final de cuentas, concluye, se crean "necesidades que ni siquiera nosotros comprendemos".Fuente: ACI
Este procedimiento publicitario, dice el Dr. Bellieni, se aplica actualmente para introducir nuevos criterios morales en las campañas que promueven el aborto y la eutanasia.
Por ejemplo, asegura, "el ingreso de los fármacos abortivos en el mercado llega con una propaganda incesante que los muestra como esenciales y condena a quienes son contrarios a ellos como causantes de los sufrimientos de las mujeres".Sin embargo, prosigue el experto médico italiano, varios estudios muestran que el aborto inducido por fármacos "es menos ‘aceptado’ por las mujeres y más doloroso que el método quirúrgico. A eso también se suman varios casos de muertes como el de la hija de Didier Sicard, entonces (2006) presidente del Comité de bioética francés".
Sobre la campaña publicitaria a favor de la eutanasia, el Dr. Bellieni afirma que "se buscan testimonios famosos y casos lamentables, induciendo en la población la ansiedad por la posibilidad de encontrarse mañana en coma, entubados, en vida en contra de los propios intereses". El experto precisa luego que las campañas a favor de la píldora abortiva y el suicidio asistido "en realidad buscan vender una opción cultural sobre la muerte. La primera quiere hacer ver la muerte como algo banal, como tomarse un vaso de agua (que efectivamente en el imaginario acompaña el hecho de tomar una pastilla), mientras que la segunda busca ‘manejarla’, en la ilusión de provocarla de improviso cancelando así el hecho de tener que verla".
"De esta forma ambas esconden el error de no ver a la muerte de frente y de llamarla con otro nombre, en una operación psicológicamente peligrosísima de remoción mental", advierte el médico especialista.
Para el Dr Bellieni, quienes gestan estas campañas juegan con la ansiedad y la alimentan, dado que esta es una característica fundamental de la sociedad postmoderna en donde se suceden "innumerables anuncios de improbables catástrofes apocalípticas y donde el miedo, el ansia de control para no ir al encuentro de imprevistos ha superado el deseo de proyectar el futuro".
"Tanto es cierto que esta es la primera generación que ha sido descrita como caracterizada por la pérdida de ideales, y en la cual, como cantaba Bob Dylan en Masters of Wars se produce ‘el peor de todos los miedos, el de traer hijos al mundo’".
Con la publicidad y los medios exaltando la opción por la muerte con el aborto y la eutanasia, afirma el experto, "nos quieren hacen olvidar que la depresión, la soledad y las dificultades pueden ser superadas y con frecuencia vencidas. Y nos hacen asimilar necesidades y comportamientos inducidos, bien distantes a las necesidades reales y a las respuestas que la gente necesita".
Al final de cuentas, concluye, se crean "necesidades que ni siquiera nosotros comprendemos".Fuente: ACI
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