Leer el comentario del Evangelio por Santa Teresa-Benedicta de la Cruz [Edith Stein] (1891-1942), carmelita descalza, mártir, co-patrona de Europa
«Sígueme»
El Salvador nos ha precedido en el camino de la pobreza.
A Él le pertenecen todos los bienes del cielo y de la tierra.
Para Él no presentaban ningún peligro; podía usar de ellos al
mismo tiempo que conservaba su corazón enteramente libre.
Pero sabía muy bien que es casi imposible al ser humano poseer
bienes sin subordinarse a ellos y hacerse su esclavo.
Por esta razón lo abandonó todo, y con su ejemplo nos ha
enseñado, aún más que con sus palabras, que sólo lo posee
todo el que no posee nada.
Su nacimiento en un establo y su huída a Egipto nos hacen
comprender ya, que el Hijo del hombre no tendría un lugar
donde reposar la cabeza.
El que quiera seguirle debe saber que nosotros no tenemos
aquí abajo una morada permanente.
Cuanto más vivamente tomemos conciencia de ello, más
ardientemente tenderemos hacia nuestra morada futura y
exultaremos sólo de pensar que tenemos derecho de
ciudadanía en el cielo.
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