En los noticieros, niñez y violencia van de la mano.
Un estudio sobre los cinco noticieros televisivos, en horario central, de la televisión abierta, realizado por la organización Periodismo Social y la Universidad Austral, determinó que solamente 12 de cada 100 noticias se refieren a chicos y chicas, y de estas la gran mayoría (entre 45% y 50%) los relacionan con hechos violentos. Solamente la televisión pública se escapa de esta media, que coincide con lo que días atrás observaron adolescentes del barrio La Cava, realizadores del documental Pibes Rodando-No somos peligrosos, estamos en Peligro,
con el apoyo de la Asociación Civil Empleo Joven (ACEJ).
“Nos mostraban como peligrosos (…);
A todos nos daba bronca eso, porque no somos peligrosos por vivir en un barrio” explicaba semanas atrás (ver Prensa Libre 1104), Analía Mores (22), una de las jovencitas, vecinas de La Cava, que realizó el documental Pibes Rodando-No somos peligrosos estamos en Peligro.
Analía y otros jóvenes realizaron el documental indignados pues la TV, las pocas veces en las que los convocaba, los mostraba en contextos violentos, como delincuentes o victimarios, y en otros casos con morbo. Esta semana un estudio de la Universidad Austral (UA) y la organización de periodistas, Periodismo Social, corroboró la situación.
La investigación fue realizada entre el:
Observatorio de Televisión de la casa de estudios con sede en Pilar y la capital federal y la Asociación Civil Periodismo Social (PS), una entidad de periodistas nacida en 2003, con el fin de colaborar con periodistas y medios de comunicación para facilitar un abordaje más equitativo del sector social en la prensa.
“Quisimos ver como (a jóvenes, niños y adolescentes) los mostraba la Tele, ese enorme penetrador de hogares, siempre encendido, creador de estereotipos o, por el contrario, en su mejor versión, pero en cuentagotas, difusor de derechos” explicó la periodista, Alicia Cytrynblum, titular de PS, al presentar los alcances del estudio.
La investigación fue sobre los cinco noticieros de la noche en el área metropolitana, de la que forma parte la zona norte del conurbano. El trabajo apuntó a medir la calidad de la cobertura sobre la niñez en Telenoche (13); Telefé Noticias (Telefe) Telenueve (Canal 9), América Noticias (América) y Visión 7 (TV pública), que se emiten entre las 19 y las 21.
El periodo analizado fueron tres meses, entre el 1 de setiembre y el 30 de noviembre del año último. Los organizadores relataron que se vieron la totalidad de los noticieros y se analizaron exclusivamente las noticias que referían a niños, niñas y adolescentes, lo que abarcó aproximadamente 600 noticias.
Los resultados se presentaron a principios de noviembre en la sede capitalina de la Universidad Austral, con un panel de productores conformado por Liliana Hendel (Telefé), Florencia Etcheves (Canal 13), Mauricio Baratucci (Visión 7) y Damián Pedemonte (decano de la UA), coordinado por Cytrynblum y Gabriela Fabbro, directoras del estudio.
Según la investigación, el 43,2% de los temas de infancia en los noticieros es la violencia, un número alto, comparado con la cobertura en diarios nacionales, donde el tema abarca el 25% (casi la mitad) de las noticias; y, seguramente, con la vida real de los chicos, donde pasan muchas cosas más que policiales (esto según el sentido común, nomás).
La excepción que confirma la regla es la televisión pública donde el 46,67% de los temas infantiles es la educación, mientras que violencia comparte el segundo lugar con cultura (20% cada uno), este último, otro de los temas poco abordado por el resto de los canales, según el informe. Sin embargo, aquíel tema que casi no aparece es la pobreza.
El estudio indica que existen temas que aparecen poco y nada, y otrosson directamente invisibilizados por la TV. Entre los primeros están los accidentes, la cultura, los chicos en situación de abandono y los discapacitados; entre los segundos están el trabajo infantil, el medio ambiente el derecho a la identidad y los deportes infantiles.
En cuanto a las edades, de la investigación surge que el 31,7% de las notas hablan de chicos y chicas de 13 a 18 años y el 18,3% se refiere a niños y niñas de 7 a 12. Aunque se trata de noticieros nacionales, el estudio reveló que el 34,2% de las noticias involucra a chicos del conurbano bonaerense y el 38,2 a porteños.
Sin embargo, cuando se toman las noticas sobre chicos y chicas, noticiero por noticiero, surge que en Telenoche por ejemplo, el 50% de ellos son del conurbano, mientras que en Telenueve ese porcentaje baja al 35%,en Telefé Noticias al 25% y en Visión 7 al 12,5%. Los chicos y chicas de parajes rurales (islas, por ejemplo) representan un mínimo 1%.
Los datos completos de la investigación pueden leerse en www.periodismosocial.org.ar, pero una cuestión que quedó clara el día de la presentación es la escasa capacidad de cambio que demostraron los productores de los noticieros de los canales privados, y de algunos conductores que opinaron en un video que forma parte del estudio.
Así, la cara del noticiero América Noticias, Guillermo Andino, justificóla construcción mediática alrededor de la violencia con un esquivo “la sociedad está más morbosa”; y tanto Hendel (Telefé) como Etcheves (Canal 13) justificaron la elección de la violencia, como tema hegemónico, por el rating, como si fuera la naturaleza la que impone.
Baratucci (Visión 7), por su parte, reconoció que debería ahondarse en la contextualización de las noticias, algo muy difícil para el tiempo escaso del formato televisivo y el decano Pedemonte llamó a reflexionar sobre un cambio de paradigma en los criterios de noticiabilidad para dotar a la información de sustento teórico.
El monitoreo, sin duda, es un espejo útil donde el periodismo televisivo podrá (y debe hacerlo, sin duda) mirarse y tal como escribió Fabbro en una guía sobre la investigación, podrá construir estrategias para mejorar el armado de las noticias, y para que “tomemos conciencia acerca de la importancia de nuestras elecciones en esta temática”.
Ser escuchados: un derecho de niños y niñas.
María E. Pelizzari, titular del Equipo Diocesano de Niñez y Adolescencia de Pastoral Social (EDNA), reveló ante la pregunta de Prensa Libre sobre las conclusiones del estudio de Periodismo Social: “está el paradigma que nos hace pensar que hablamos por “los que no tienen voz”, y chicos y chicas tienen voz. Hay que saberlos escuchar”.
El EDNA organizó esta semana en Boulogne el, Foro El Derecho de Los Niños a Ser Escuchados, con paneles de expertos sociales, médicos, juristas y religiosos, y la participación de docentes, voluntarios, miembros e interesados de organizaciones de la sociedad civil que trabajan con la niñez.
“Elegimos como eje el derecho de los chicos “a ser oídos” que marca la ley (26061/06) y nos cuestionamos si es lo mismo que “ser escuchados”.
La escucha es mucho más amplia.
En cada ámbito los chicos hablan diferente; los lenguajes expresan cosas, pero son diferentes a los del adulto”explicó Pelizzari.
“Además –agregó la experta- no siempre es la palabra articulada; hay que saber cómo hablan los chicos, cómo los escuchamos y después saber qué hacemos con lo escuchado porque las instituciones tenemos limitaciones e inconvenientes para intervenir eficazmente con lo escuchado.
Para todo esto es este Foro”.
Durante el evento, la docente Teresa Falcón, de la escuela Horizontes, reveló que en las escuelas faltan espacios de escucha y se explayó sobre el proyecto, Ronda de mate, “un lugar de encuentro, para poner en palabras sentimientos y resolver conflictos a través de la palabra” que ella coordina en la entidad.
“No es un espacio improvisado, sostuvo la docente y agregó: en la escuela tenemos que aprender a escuchar los silencios también, porque dicen muchas cosas”. Luego consideró: “cuando los chicos están incentivados a ser escuchados y su palabra es tenida en cuenta,ellos crean otros espacios para seguir con esa impronta”.
El psiquiatra Juan Peralta, consultor del EDNA, tras ejemplificar lo infructuoso de la comunicación entendida como lineal advirtió: “Tenemos que abordar la comunicación desde la complejidad. El viejo esquema emisor-mensaje-receptor(teoría de Shannon) es para el teléfono o la computadora, no para las personas”.
“Cuando escuchamos a los chicos tenemos que saber interpretar qué quieren de nosotros –indicó el especialista- pues un pedido o un reclamo puede implicar un consejo u otra cosa. Peralta puso énfasis en el diálogo: “elegir el modo y las palabras al dialogar, y contextualizar, pues esto sirve para ayudar a poner en otro contexto”.
En otro momento del Foro, el miércoles último, durante la mañana, un equipo de médicos del Hospital Italiano analizó casos clínicos donde la escucha reveló situaciones de maltrato y abuso, y la jueza penal juvenil, María Eugenia Arbeletche, abordó el tema judicial.
Por la tarde todos los presentes trabajaron en comisiones.
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