testimoniales.
El falso dictamen emitido por la comisión de legislación penal de la cámara de diputados, recuerda las candidaturas que el kirchnerismo utilizó en 2009 en las elecciones legislativas.
A poco más de dos años de las candidaturas testimoniales pregonadas por el kirchnerismo en las legislativas, lo que en aquel entonces significó un serio desgaste de las instituciones republicanas, un hecho de similar gravedad ocurrió e n la comisión de legislación penal presidida por el diputado de la Coalición Cívica, Juan Carlos Vega.
Es que el martes pasado se reunió esa comisión para debatir el tema del aborto, de modo cerrado y sin permitir exposiciones de expertos en el tema que mediante varios legisladores habían solicitado dar a conocer su postura.
A pocas horas de comenzar la reunión, se anunció que se había logrado avanzar con uno de los proyectos más progresistas de aborto ya que se contaba con la cantidad de firmas suficientes para que el tema siga su curso en las comisiones de salud y familia.
De más está suponer que los diputados conocen cuales son los requisitos para emitir un dictamen.
Tampoco es mucha ciencia:
Se necesita la rúbrica de la mitad más uno de los presentes, previo logro del quórum necesario.
Se necesita la rúbrica de la mitad más uno de los presentes, previo logro del quórum necesario.
Descontamos que nuestros diputados no posean conocimientos de matemática elemental y no sepan cual es la mitad mas uno para un total de 15, que era la cantidad de diputados presentes en la reunión ese día.
Lógicamente con 5 firmas, que fueron las signadas en el proyecto y sobre el cual milagrosamente se había logrado emitir dictamen, no se logrará el cometido, tampoco con 6, ni siquiera con 7.
Entonces siendo el lector lo más inocente posible:
se podría pensar que estos diputados, o no saben hacer cuentas sencillas, que no implican más de un dígito y que bien las realizaría sin problemas un infante, o desconocen el reglamento que indica los requisitos para despachar un proyecto o, lo que es peor pero más probable:
se podría pensar que estos diputados, o no saben hacer cuentas sencillas, que no implican más de un dígito y que bien las realizaría sin problemas un infante, o desconocen el reglamento que indica los requisitos para despachar un proyecto o, lo que es peor pero más probable:
MIENTEN.
Y esto es lo que pasó:
Diputados fanáticos por la despenalización del aborto anunciaron desaforadamente a los medios que habían logrado avanzar en el debate del aborto mediante un dictamen y así lograr instalar la falsa idea de que el aborto está por despenalizarse y es imparable su avance.
Diputados fanáticos por la despenalización del aborto anunciaron desaforadamente a los medios que habían logrado avanzar en el debate del aborto mediante un dictamen y así lograr instalar la falsa idea de que el aborto está por despenalizarse y es imparable su avance.
Los legisladores firmantes pertenecen a distintos estratos políticos:
Victoria Donda (Frente Amplio Progresista),
Diana Conti y Elsa Álvarez (Frente para la Victoria), Claudia Gil Lozano (Coalición Cívica),
Rubén Lanceta (UCR), lo cual marca la idea irrefutable de que la corrupción atraviesa todos los arcos políticos, no solo al oficialismo.
Victoria Donda (Frente Amplio Progresista),
Diana Conti y Elsa Álvarez (Frente para la Victoria), Claudia Gil Lozano (Coalición Cívica),
Rubén Lanceta (UCR), lo cual marca la idea irrefutable de que la corrupción atraviesa todos los arcos políticos, no solo al oficialismo.
Será que para muchos diputados y periodistas, que se hicieron eco del juego de los fanáticos por la despenalización del aborto, les es dificultoso vivir a la par de la realidad, y prefieren crearse una a la carta.
Es como vivir dentro de una burbuja, donde del lado de adentro yo construyo como quiero lo que quiero, pero del lado de afuera todos ven que hay solo una realidad y que tarde o temprano esa burbuja va a explotar, porque el avance de la verdad es inminente.
Así, estos diputados de distintos estratos políticos prefirieron cerrar los ojos e imaginarse que lograron lo que tan desesperadamente querían, aunque consientes de que nunca fue así.
Tamaña desesperación por lograr avanzar con el aborto no finaliza aquí: a veces el descontrol y el fanatismo que lleva a muchos a hacer cosas por demás desubicadas, como fue el caso de la diputada Vilma Ibarra, que no pertenece a la comisión de legislación penal, pero no dudó en captar el micrófono para hacer oír su excesivo afán por el aborto e imponer su parecer.
Eso sí, se acordó de los grupos religiosos cuando expresó que “intentan imponernos sus ideas”.
Eso sí, se acordó de los grupos religiosos cuando expresó que “intentan imponernos sus ideas”.
No menos grave que lo anterior fue la insólita conducta de la diputada María Luisa Storani de la UCR, quien como Vilma Ibarra, no forma parte de esa comisión penal, pero estampó su firma igual, cuando lógicamente eso no está permitido.
Ante todas estas irregularidades el diputado de la Democracia Mendocina Omar de Marchi, anunciaba a viva voz que el dictamen no era válido, pero Vega hizo un paso al costado,
ignoró la advertencia y anunció a los medios que se había logrado emitir dictamen.
Ante todas estas irregularidades el diputado de la Democracia Mendocina Omar de Marchi, anunciaba a viva voz que el dictamen no era válido, pero Vega hizo un paso al costado,
ignoró la advertencia y anunció a los medios que se había logrado emitir dictamen.
Aunque luego los diputados firmantes, juntos a otros medios de comunicación abiertamente favorables al aborto, adjudicaron el cuestionamiento de la validez del dictamen a grupos confesionales y conservadores, fue tan evidente el traspié y las irregularidades cometidas que lograron romper la burbuja en la que vive el diputado Vega, y reconocer que todo fue un fracaso difícil de remontar: nunca hubo dictamen porque nunca se llegó con la cantidad de firmas suficientes.
Eso sí, la culpa la tienen siempre,los grupos de católicos.
Que en definitiva, son solo más de mil quinientos millones en el mundo. pero muchos menos que un puñado de Diputados, que olvidan el mandato, para cumplir con sus mas obscuros propósitos.
La mayoria de las veces, puramente mercantiles y alejados de Ética y la Razón.
Con solo leer sus nombres, ¿ Nos entendemos?
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