El Cardenal Bergoglio llamó a
trabajar juntos por
la unión familiar.
Con un llamado a “trabajar juntos” para alentar la vida familiar y “aceptar lo diverso” que presenta la realidad, unos 170 agentes de pastoral de la ciudad de Buenos Aires participaron este fin de semana del Encuentro de Coordinación de la Pastoral Familiar en el monasterio Santa Catalina de esta capital, con el lema “Trabajemos orgánicamente para que nuestras familias tengan Vida”.
El encuentro comenzó este sábado -en la iglesia ubicada en Viamonte y San Martín- con una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien celebró la eucaristía acompañado por todos los obispos auxiliares de la ciudad.
“Necesitamos que las familias cristianas trabajen juntas, que la pastoral trabaje en conjunto.
Necesitamos familias que actúen con valentía, que actúen cómo tienen que actuar, no con protestas baratas, con nominalismos declaracionistas, que ante cualquier problema interno dicen ‘hagamos una declaración’ y ya nos quedamos tranquilos, no como una escapatoria, sino como una familia que camina para la construcción de la unión familiar”, dijo Bergoglio en su homilía.El cardenal exhortó a los agentes de pastoral –de la ciudad y de otras diócesis de la región Buenos Aires- a trabajar coordinadamente para alentar la vida familiar en sus comunidades y recordó en especial la figura de su padre, de quien hoy se cumplen 50 años de su fallecimiento, al destacar que fue “un hombre que supo llevar su familia adelante y supo consolidar a sus hijos”En la convocatoria al encuentro, el arzobispo porteño señaló que la Iglesia de Buenos Aires “celebra y proclama el valor de la vida y de la familia” y expresó su deseo de que “todos los bautizados renovemos nuestra dedicación a alentar y servir a la vida y familia cristiana”. Luego, en la charla de apertura, el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, llamó a “asumir la realidad de lo diverso y lo distinto” ante “los diferentes modos de concebir a la familia hoy” y “ante una realidad que no pasa por un solo lado”, al tiempo que propuso pensar “no una pastoral de elite, ni de los perfectos, que dan ejemplo de lo que tiene que ser una familia”, sino “aceptar a todos, sin descartar ni dejar a nadie afuera”. El obispo puso como ejemplo aquellas familias conformadas por una madre que cría sola a sus hijos, o aquellos en una segunda unión. “No podemos estigmatizarlos, ni descartarlos. Nuestro deber como Iglesia es hacerlos sentir parte”, sostuvo y pidió “ayudarlos, apuntalarlos y descubrir la presencia de Dios que no los descarta ni los tira afuera del plan”.“Siempre fueron tiempos difíciles para la familia, sólo que ahora se nota más, se ve más. Siempre costó la fidelidad y hoy la familia sigue siendo una buena noticia, una alegría”, concluyó monseñor García. A continuación, el rector de Santa Catalina, el padre Gustavo Antico y el matrimonio de Irma y Daniel López, teólogos y consultores psicológicos, brindaron una charla sobre “Una pastoral de aprendizaje y atención de crisis”.“Tenemos que encontrarnos con todos, sin miedos ni prejuicios, que nos movamos por toda la ciuidad”, planteó el padre Antico, tras meditar el Evangelio de Lucas que relata el encuentro de un pecador, Zaqueo, con Jesús.La jornada continuó con trabajos en grupos, donde cada uno relató su experiencia en el campo de la pastoral familiar, y un plenario donde se pusieron reflexiones en común; y finalizó este domingo con otras charlas sobre temas como “La fragilidad de los vínculos, aprendizaje y sanción” y “Asesoría y acompañamiento de pareja y familia”.
Por último, se elaboraron acuerdos y consensos de criterios y algunos compromisos pastorales diocesanos. El encuentro concluyó con una misa presidida por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Luis Fernández.+AICA -
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